LA GESTIÓN DE LA CONTINUIDAD DEL NEGOCIO
La base de la
gestión de la continuidad son las políticas, guías, estándar y procedimientos
implementados por una organización. Todo el diseño, implementación, soporte y
mantenimiento de los sistemas debe estar fundamentado en la obtención de un
buen plan de continuidad del negocio, recuperación de desastres y en algunos
casos, soporte al sistema. En ocasiones el plan de la continuidad se
confunde con la gestión de la recuperación tras un desastre, pero son
conceptos diferentes.
Política
Las políticas
son una serie de normas impuestas por las esferas directivas de la organización
que soportan todos los procesos de negocio y que se desarrollan siguiendo un
plan determinado.
Las guías son
una serie de conceptos de los que se
recomienda su seguimiento según el plan designado. De todas formas,
dependiendo de las necesidades y requisitos de negocio, estas guías pueden ser
ignoradas o alteradas durante la implementación.
Estándares
Los
estándares consisten en las especificaciones técnicas realizadas para la
implementación de todos los procesos de negocio. Son un derivado de las
políticas y las guías. En 2007 BSI, British Estándares Institución,
publicó la norma BS 25999 partes 1 y 2 para establecer la gestión de la
continuidad de negocio en las organizaciones.
En 2012 se
publicó la ISO 22301, norma internacional para la gestión de la continuidad de
negocio basada en la anterior BS 25999 y teniendo ya aplicación y
reconocimiento mundial.
Procedimiento
El estándar
británico 25999-1 ofrece especificaciones para la implementación de un sistema
de gestión de la continuidad en una organización. Esta tarea puede resultar
compleja en grandes organizaciones, que contratan expertos y consultores que
ofrecen soporte y formación al respecto.
Planificación y despliegue de recursos
El concepto
de gestión de la continuidad implica que los recursos subyacentes se encuentran
implementados y desplegados de un modo determinado, que permite ser
reestructurado fácilmente dependiendo de las necesidades de la organización.
Este nivel de flexibilidad requiere que todas las funciones de negocio sean
planeadas e implementadas, desde el principio, con la mentalidad de disponer de
un plan de continuidad del negocio.
Estructura organizativa
Parte del
trabajo de la gestión de la continuidad es asegurar que todo el personal de la
organización comprende qué procesos del negocio son los más importantes para la
organización.
Este
entendimiento debe quedar de manifiesto en la formación del personal, de forma
que los empleados puedan asegurar la continuidad del negocio incluso cuando hay
una entrada y salida de personal constante. Es importante también contar con diferentes
individuos con el mismo conocimiento, sobre todo en momentos críticos cuando la
persona con el conocimiento experto no se encuentra disponible.
Gestión de la seguridad
En el entorno
empresarial, la seguridad debe ser la prioridad principal en la gestión de las
tecnologías de la información. Para la mayoría de organizaciones la seguridad
está regida por la legislación y el cumplimiento de estas normas está
controlado por auditorías.
El no
cumplimiento de estas normas tiene un impacto económico y organizativo en la
entidad.
Gestión documental
En el entorno
de tecnologías de la información la rotación de personal es inevitable y forma
parte de la gestión de la continuidad. La solución a los problemas relacionados
con la rotación de personal es la creación de documentación completa y
actualizada. Esto asegura que el personal entrante dispone de la información
necesaria sobre sus funciones y tareas.
Esto implica
que los procesos relacionados con la documentación es generada (no escrita)
desde los sistemas existentes y gestionada de forma automática.
Gestión del cambio
Las
regulaciones determinan que los cambios relacionados con los procesos de
negocio deben ser documentados y clasificados para futuras auditorias, esto se
denomina “control de cambios”. Un nuevo nivel de estabilidad entra en la
organización ya que requiere que el personal de soporte documente y coordine
todos los cambios en los sistemas. A medida que este proceso se automatiza, el
énfasis pasará del control de personal al cumplimiento de la normativa.
Gestión de auditorias
Uno de los
aspectos que requieren más tiempo y recursos en la gestión de tecnologías de la
información son las auditorías. Uno de los objetivos de la gestión de la
continuidad es la automatización del data center, que incluye la gestión de las
auditorías. Todos los procesos de negocio modernos deberían ser diseñados de
forma que generen automáticamente la información y documentación necesaria para
las auditorías como parte del día a día de la organización.
Acuerdos de nivel de servicios
El punto de
encuentro entre la gestión y las tecnologías de la información son los Acuerdos
de Nivel de Servicio. Dichos acuerdos proporcionan un contrato escrito donde se
estipula el alcance de la gestión con respecto a la disponibilidad de un
determinado proceso de negocio y los recursos que las tecnologías de la
información ofrecen como soporte a ese proceso.
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